Es una lástima que la técnica de la criogenización aún no esté perfeccionada. Básicamente consiste en congelarte y en reanimarte, más adelante, cuando los avances tecnológicos del futuro sean capaces de hacerlo con garantías.
Hoy en día ya existe una incipiente industria privada, en principio, destinada a enfermos terminales que, económicamente, se lo pueden permitir y que, obviamente, gozan de cierto optimismo con respecto a que el día de mañana les dé una segunda oportunidad.
Evidentemente entramos dentro del terreno de la ciencia ficción porque la criogenización y la reanimación posterior, hoy es cien por cien imposible; lo cuál no impide que, en el futuro, dentro de un tiempo, la técnica que funcionó con Han Solo o el Capitán América, pudiese funcionar también con nosotros.
Decía al principio que es una lástima que la criogenización no esté aún perfeccionada, ni mucho menos popularizada y comercializada, porque ahora sería un buen momento para captar clientes, al menos en España…
Supongamos por un momento que existe la posibilidad de quitarse de en medio durante unos años, parando el reloj biológico, es decir, sin envejecer, y retomar nuestra vida cuando el panorama sociopolítico sea más favorable para la ciudadanía... Entre los inconvenientes están el perdernos lo que queda de la actual temporada de Liga y algunas más, o el dejar de ver el final de nuestra serie favorita. Argumentos de peso, sin duda. Pero… ¿y las ventajas?
Aquí es donde viene lo bueno… Imaginemos que cuando nos reanimen el actual Gobierno ya solo fuese un triste recuerdo y, en su lugar, por fin haya un equipo competente y preparado, capaz de gestionar con acierto el día a día y el futuro de los ciudadanos.
Sería maravilloso que al despertarnos de una larga siesta nos hubiésemos ahorrado los escándalos, los espectáculos lamentables, la vergüenza ajena, los bochornos, las humillaciones y la sangría a impuestos que nos esperan hasta la próxima convocatoria electoral…
Demasiado fácil y bonito para que la idea abandone los territorios de la ciencia ficción y se convierta en una posibilidad real… Además, seguro que, de existir la opción de la criogenización, al actual Gobierno le daría por imponer a los usuarios unos elevados impuestos para, más tarde, incluso llegar a la nacionalización y poner al frente de la industria a uno de los suyos…
Confieso que se me acaban de quitar las
ganas… He perdido la esperanza en la criogenización. Ángel Alonso
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