jueves, 5 de mayo de 2022

Pierre Nodoyuna

Me viene a la cabeza una serie de dibujos animados de mi infancia, en la que un tipo con bigotillo y acento francés, al estilo del coyote con el correcaminos, siempre caía en sus propias trampas… La serie se llamaba: Los Autos Locos… y aquel individuo, que siempre iba con su inseparable perro Patán, era Pierre Nodoyuna.

Hacia 1968 y a lo largo de 34 capítulos y, por tanto, 34 carreras, Pierre Nodoyuna utilizaba todo tipo de artimañas y trampas para intentar ganar el título de “piloto más loco del mundo”, pero el caso es que cuando no era descalificado, siempre cruzaba la meta en el último lugar… Por mucho que maquinara y por más obstáculos que pusiese al resto de participantes, Pierre Nodoyuna no solo no ganó nunca una carrera, sino que en ninguna de ellas mejoró la última posición…

Nada le salía bien y todo se le acababa volviendo en contra… Era tan torpe y tenía tan mala suerte que, semana tras semana, Pierre Nodoyuna no paraba de hacer el ridículo para regocijo de los niños de la época, que nos reíamos de aquel personaje estrafalario, abonado a lo cutre y a la chapuza, al que sus tejemanejes siempre le salían mal y al que el resto de pilotos acaba adelantando…

A la siguiente temporada Pierre Nodoyuna y su “diabólico perro” Patán, que solo paraba de reírse y emitía un gracioso gruñido cuando el tramposo de Pierre le propinaba algún golpe, dejaron las carreteras y, con algunos secuaces, se dedicaron a surcar los aires, en plena Primera Guerra Mundial, intentando atrapar al palomo mensajero para que no entregase los mensajes al enemigo, en la serie, El Escuadrón Diabólico… Ni que decir tiene que el palomo mensajero siempre ganaba y Pierre Nodoyuna y su banda, acababan estrellados de mala manera.

Lo bueno es que hablamos de un divertido personaje infantil de ficción y que su función era hacernos reír a los niños de entonces, objetivo que lograba ampliamente… Pero imaginemos por un momento que, por arte de magia, Pierre Nodoyuna hubiera dejado de ser un dibujo animado, hubiera dejado las dos dimensiones y se hubiese reencarnado en un político e importante dirigente europeo… Imaginemos a ese Pierre Nodoyuna de carne y hueso todos los días intrigando, cizañeando, mintiendo, tejiendo artimañas y poniendo trampas a los demás, en las que él mismo cae porque todo le sale mal… y haciendo el ridículo sin parar.

Tratemos de imaginar ahora el futuro que le espera a ese país con Pierre Nodoyuna al frente…

Pues eso…                                                                                                                                                                                                                                     Ángel Alonso

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