Ya lo decía Jon Nieve insistiendo en ello durante varias temporadas: Se acerca el invierno… Nuestro giro de guion con respecto a la serie televisiva es que, en el caso que nos ocupa, el “Señor de la Noche y los caminantes blancos” no tienen que venir de al norte del “Muro de Hielo”, básicamente porque ya los tenemos aquí y son varios los años que llevan controlándolo todo y convirtiéndonos en zombis.
Cuando todo va mal, con tendencia a ir mucho peor, sufrimos de un empacho de propaganda y un alarmante déficit de gestión. Por culpa de los elevados precios de la energía y la desorbitada subida de la inflación, cada vez somos más pobres… El crecimiento de los tipos de interés, con el encarecimiento del dinero y el consiguiente aumento del recibo de la hipoteca; el tremendo esfuerzo económico que hay que realizar para colmar la cesta de la compra; la ruina que supone llenar el depósito del coche… Todo se acumula sobre las espaldas de los mismos y ya son demasiados los que no pueden más. La carga se ha hecho demasiado pesada y, al final, cada vez son menos los que todavía pueden moverla con solvencia de un sitio al otro.
El “Señor de la Noche y los caminantes blancos”, son muy voraces y necesitan recaudar muchos impuestos para su campaña de zombificación y, como no sienten ni padecen, en su labor zombificadora no demuestran la menor debilidad o empatía con sus víctimas.
Una prueba de ello son sus campañas de propaganda, imprescindibles para conseguir buenos zombis, que se exhiben sin pudor, incluso con algo de obscenidad y sin sentido de la prudencia, como por ejemplo la de los cuatrocientos euros en cosas para los chavales que cumplen dieciocho años, mientras, a cada día que pasa, se incrementan las llamadas “colas del hambre", con compatriotas que ya no tienen ni para comer… De la campaña del “hombre blandengue”, sinceramente, es mejor no hablar…
Así las cosas, puede que se las prometiesen muy felices con su tarea zombificadora, repartiendo migajas por aquí y por allá, sometiendo con ello a hordas de zombis dóciles y aborregados, capaces de mantener en el poder, durante muchos años, al “Señor de la Noche y los caminantes blancos”.
Pero hay veces en las que las cosas salen como salen y no como se planean… Y he aquí que, en lugar de Jon Nieve, en nuestro guion particular, surgió una heroína, llamémosla la “Señora de la Luz”, que con unos cuantos “guardianes del Muro”, entre los que se incluyen meritorios periodistas, jueces, funcionarios, etc., se opuso al “Señor de la Noche y los caminantes blancos”, les hizo frente, aguantando cuantos ataques lanzaban contra ella, y, poco a poco, el ejemplo se abrió paso… Y aquella pequeña luz de esperanza en medio de tanta oscuridad, se fue agrandando y una vez descubierto el punto débil de los zombificadores, se fueron dando más batallas y en todas salían derrotados.
Ahora que el calendario sigue avanzando y se intuye en el horizonte del tiempo la batalla final, el miedo parece haber cambiado de bando. Incluso son muchos los que han despertado del estado de zombificación y se unen a las fuerzas de la “Señora de la Luz” para acabar con el “Señor de la Noche y los caminantes blancos”, en cuanto se dé la oportunidad…
Todavía se va a hacer muy largo y el invierno va a ser muy duro, pero, esta vez sí, con la primavera llegará la esperanza, tal vez el preludio de lo que podría acontecer el siguiente invierno, al que algunos ya señalan como el invierno de la libertad…
Ángel Alonso
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