miércoles, 25 de octubre de 2017

En un lugar de La Mancha…

…Concretamente en el término municipal de Almagro, en la provincia de Ciudad Real, tiene su base una de las unidades de helicópteros más prestigiosas del Ejército de Tierra… Se trata del Batallón de Helicópteros de Ataque I (BHELA I en su nomenclatura abreviada), que, como su nombre parece indicar, está adiestrada para desplegar y entrar en combate donde pudiera requerirse su participación.



Evidentemente no es un lugar para flojos ni el sitio ideal para gente que guste de llevar una vida plácida y tranquila... Por el contrario, es una unidad de élite en donde tienen su aposento los famosos helicópteros Tigre, propuesta europea al, más famoso aún, Apache estadounidense…

Ni que decir tiene que la labor diaria de los miembros del BHELA I se desarrolla bajo la premisa de la más estricta profesionalidad y cualificación, con el objetivo puesto en la mejora continua de su formación y entrenamiento para, llegado el caso, responder y dar su mejor versión en el caso de ser necesaria su intervención...

Llegados a este punto es fácil que a todos nos venga a la mente la imagen de pilotos jóvenes y bien entrenados físicamente, con una alta cualificación intelectual y capaces de demostrar la destreza que se alcanza tras una rigurosa selección, mucho estudio y los rigores de las horas de vuelo de formación y adiestramiento a una máquina voladora, de altísima tecnología, que no admite titubeos ni errores en el caso de tener que entrar en combate en el cumplimiento de su misión… Esa imagen es correcta…

Pero, si sólo nos fijásemos en los pilotos, cometeríamos una grave injusticia y, a mi modo de ver, nos perderíamos al extraordinario personal que realiza el resto de tareas dentro de BHELA I, en todos y cada uno de sus puestos de trabajo… De todo ese personal hay un colectivo realmente excepcional que me ha sorprendido por su gran categoría humana, su altísima cualificación y su despliegue de valores y virtudes… Ese colectivo es el de los llamados Especialistas y más concretamente los destinados en la Unidad de Mantenimiento de Helicópteros…

Desde una posición poco agradecida, en la que se suele llamar más la atención cuando las cosas fallan o no salen según lo previsto, este grupo de hombres y mujeres demuestran su gran vocación y dedicación a su trabajo en los momentos duros y los más duros aún, consiguiendo que los Tigres estén operativos el mayor tiempo posible y que las labores de mantenimiento sean el menor de los impedimentos para la realización de su misión cuando se necesiten…

Conocer a este grupo de gente honesta, leal y trabajadora, profesionales altamente cualificados y con una abnegación en la realización de su labor diaria que es digna de admiración, ha sido un privilegio que nunca olvidaré… En verdad son personas que merecen muy mucho la pena y que con más de uno se podría aplicar el dicho de “con ellos me iría al fin del mundo…”  Como se suele decir, Fuerza y Honor… Muchas gracias y buena suerte…

                                                                                                          Ángel Alonso 

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