Confieso que ver abrazados a los jugadores
de la Selección Española durante la interpretación del himno, ver a nuestros
soldados desfilando en el día de la Fiesta Nacional, o la simple contemplación
de nuestra bandera en lugares públicos o en su función institucional, me aporta
una gran satisfacción pudiendo llegar en determinados momentos a una intensa
emoción…
Quizás como reacción a la crisis de
Cataluña, estamos asistiendo a un rebrote del amor patrio, tantas veces mal visto, oculto y reprimido tras las
máscaras de un confuso progresismo acomplejado… No deja de llamar la atención
que un ciudadano pudiera lucir cualquier bandera, incluso en la ropa o en algún
objeto personal, y ser aceptado por el entorno sin ningún tipo de censura, pero
que si esos colores coincidían con los de la enseña nacional rápidamente el
sujeto en cuestión era tildado de reaccionario, fascista o cosas peores, siendo
tan solo una persona normal y corriente, sin ningún tipo de estridencias…
Creo que el estupor, el escándalo y la
indignación provocados por los dirigentes catalanes en la población española,
han revuelto sentimientos y espantado complejos, y resulta llamativa la
proliferación de banderas nacionales en ventanas y balcones de cualquier ciudad
española… Lo que antes solo unos pocos lucían casi en la clandestinidad, ahora
se han convertido en objetos de deseo que se venden abundantemente en muchos
comercios… Banderitas de reloj, llaveros, carteras de bolsillo y monederos,
fundas para teléfonos móviles, lacitos para colgar del espejo retrovisor interior
del coche… Pero también infinidad de artículos como toallas, ropa, cinturones,
bolígrafos, agendas, insignias o pines…
“Todo
por la Patria”, reza en la entrada de las instalaciones de las Fuerzas
Armadas y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado… Y mucho por la Patria, más que hace unos
meses, es lo que gran parte de los ciudadanos españoles estarían dispuestos a
hacer en esta nueva reválida de españoles con España, que además anima a la
solidaridad y el respeto entre los habitantes de los distintos territorios que
la integran…
Sinceramente creo que no es difícil
sentirse orgulloso de ser español… Somos la nación más antigua de Europa y una
de las más antiguas del mundo… Por supuesto que siempre habrá luces y sombras,
y diferentes puntos de vista, pero basta con echar un vistazo a nuestra
historia con un mínimo de objetividad y situación cronológica, para encontrar
hazañas y gestas, y también episodios de extraordinaria grandeza que solo
pueden realizar los hombres y mujeres de una gran nación…
Pero, por si nuestra historia no fuese
suficiente, también podemos centrarnos en los últimos tiempos y en la época
actual, en los que España y los españoles hemos sabido sobreponernos con éxito
a cualquier situación inesperada y, con nuestro esfuerzo, hemos conseguido un
lugar de privilegio dentro del concierto internacional y hemos hecho del
nuestro, un gran país y un lugar extraordinario para vivir, amparados por la
Ley, en donde se respetan los derechos y libertades, y se practica la
democracia… Sí… Yo también puedo decir sin complejos que me siento orgulloso de
ser español…
Ángel
Alonso
Si que es un gran orgullo pertenecer a ese país que empezó a cimentarse en la cueva que aparece en la fotografía, con el gran Pelayo, y que supo sobreponerse a todas las adversidades hasta llegar, junto a los portugueses, (que también eran españoles hasta el siglo XII), a explorar el mundo entero, y darlo a conocer a todos los demás.
ResponderEliminarSi, yo también me siento orgulloso de ser español.