jueves, 4 de diciembre de 2025

Un mundo mejor

Prácticamente sin darnos cuenta y, como se suele decir, sin solución de continuidad, hemos pasado de la esperanza en “un mundo cada vez mejor”, al sentimiento de que “lo peor aún está por llegar…” Más que nunca se cumple la máxima de que un pesimista, es un optimista bien informado…

Vivimos el mejor de los momentos para la ciencia, el humanismo, la cultura y el conocimiento… Los avances en todas las disciplinas se suceden a cada momento y no hay obstáculo que perdure demasiado tiempo… Los enigmas dejan de serlo y a lo nunca hemos prestado atención, se transforma en descubrimientos…

En general, la Humanidad disfruta de su mejor momento desde que el primer homínido iniciase el camino de la evolución, allá por “la noche de los tiempos”, nunca la esperanza de vida había sido tan alta y se coquetea por las altas esferas científicas con alargarla mucho, mucho más…

Estamos en las vísperas de un “salto de gigante” en lo que a la exploración espacial se refiere y ya se sueña con habitar nuevos mundos… Es cierto que convivimos con un cambio climático, pero ya se está empezando a cultivar vegetales comestibles en el Espacio… Se dice que, algunos recursos están disminuyendo, pero se está investigando la manera de extraerlos de donde aún no hemos sido capaces de llegar… o de traerlos desde fuera de la Tierra…

En todo hemos ido avanzando y, en muchos campos, hemos conseguido que “el futuro sea ahora…” Hemos dejado atrás el primer cuarto del siglo XXI y los siguientes veinticinco años se perfilan determinantes para definir lo que será el futuro de nuestros nietos y de los nietos de nuestros nietos…

Quedan muchas cosas por resolver… Cronológicamente vivimos en pleno siglo XXI, pero, desgraciadamente, no hemos sido capaces de evitarlo y hemos traído con nosotros todos los “ismos” que marcaron el pasado siglo, causando los grandes desastres y provocando las mayores tragedias que el ser humano haya podido causarse a sí mismo y a las otras criaturas con las que compartimos la Tierra…

Estamos a las puertas de una profunda e inevitable revolución que, aunque en el contexto en el que estamos, se perciba violenta, esperemos que, contundentemente y poniéndolo todo “patas arriba”, y, aunque sea por primera vez en la historia, seamos capaces de resolver pacíficamente…  Sólo en ese momento y una vez hayamos soltado lastre, podremos dedicarnos a construir el futuro con el incentivo que nunca debimos perder… La esperanza en “un mundo cada vez mejor…” ¿Seremos capaces de hacerlo?                                                                                                                                                                                                                                                       Ángel Alonso

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