jueves, 30 de enero de 2025

El Reloj del Juicio Final

El pasado martes, 28 de enero, el Doomsday Clock, o Reloj del Fin del Mundo, hizo público su tan esperado veredicto para 2025 y, según su indicación, nos encontramos a 89 segundos de la "medianoche…" al menos así lo anunció Daniel Holz, investigador en la Universidad de Chicago… si le hacemos caso, ahora mismo estaríamos más cerca que nunca de la destrucción de la humanidad. Según la medición de este año, estamos un segundo más cerca del Apocalipsis que el año anterior… y eso no es nada bueno…

Llegados a este punto conviene recordar en qué consiste el célebre reloj y cuál fue su origen… Para ello debemos remontarnos hasta el año 1947 cuando, tras el estallido de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki y preocupados por el peligro generado por el melón que se acababa de abrir, Albert Einstein y varios científicos que participaron en el Proyecto Manhattan, entre los que estaban un tal J. Robert Oppenheimer y varios miembros de la Universidad de Chicago, fundaron lo que vino en llamarse el Boletín de Científicos Atómicos.

Entre los objetivos de este eminente grupo, estaba el de alertar sobre los peligros de las armas nucleares y, por extensión, también sobre cualquier otra amenaza mundial. De entre muchas, su iniciativa más célebre fue la creación del Reloj del Apocalipsis, también conocido como Reloj del Juicio Final.

¿Y en qué consistía el asunto del reloj con tan inquietante nombre? Pues lo primero que buscaba era eso mismo… inquietar… Se trataba de revisar y analizar anualmente los riesgos que amenazan al mundo y, en función de su valoración, establecer simbólicamente el tiempo que queda hasta la media noche, momento en el que el mundo y la civilización, tal y cómo los conocemos, llegarían a su fin.

El Reloj del Juicio Final es ajustado anualmente por un comité de científicos, ingenieros y analistas de seguridad global, quienes evalúan diferentes variables como el cambio climático, el riesgo nuclear, las crisis geopolíticas y el impacto de las nuevas tecnologías.

En el contexto del inicio de la Guerra Fría, cuando el Reloj del Apocalipsis se presentó en 1947, lo hizo marcando las 23:53. Posteriormente, fue entre 1953 y 1960 cuando más cerca se estuvo del “fin del mundo” en el siglo XX, después de que Estados Unidos y la Unión Soviética comenzasen a coquetear con el desarrollo de las bombas de hidrógeno. En aquellos años las agujas del Reloj marcaron las 23:58, es decir, quedaron a tan sólo dos minutos de la medianoche que marcaría el final de la Humanidad.

Después la cosa se suavizó. Hubo altibajos, sí… pero las agujas no volvieron a acercarse a los dos minutos para la medianoche… hasta el pasado 2024 que se acercó a los 90 segundos… y, además, ahora, en 2025, marcando un segundo menos…

Además de otros muchos más factores, ya en 2024 se incorporaron como elementos de riesgo el rápido desarrollo de las tecnologías y de la Inteligencia Artificial…  La ausencia de regulación, su mal uso y el daño que podría causar a la sociedad, contribuyen a aumentar la inquietud.

Aunque el Reloj del Juicio Final se puso en marcha en el espíritu de servir de “toque de atención” global, capaz de provocar la reacción de los órganos de poder, en la práctica, este proyecto ha terminado siendo un dato meramente informativo y no se traduce, tal y como se puede observar en el registro de las pasadas ediciones, en ningún tipo de movilización.

Y, mientras tanto, segundo a segundo, el Reloj del Apocalipsis sigue acercándose, inquietantemente, a la “medianoche…”                                                                                                                                                                                      Ángel Alonso

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