jueves, 28 de noviembre de 2024

La rosa nostra

No hay un Gobierno igual que el nuestro en Europa Occidental, posiblemente tampoco en Oceanía, no sé si hay algo parecido en Asia, es posible que alguno haya en África y sí, en América, especialmente en la cuenca del Caribe, alguno hay con el que compararnos…

El intenso ritmo de escándalos que, día sí y día también, nos someten el tío del fango y su banda, auguran una amplia oferta de empleo, para los próximos años, en los ámbitos policiales, judiciales y periodísticos.

Aminorada la capacidad de asombro, los estómagos hechos para digerir lo más indigesto y la perplejidad normalizada a base de artes de trile, cuesta tomar distancia y valorar el actual sainete patrio en toda su dimensión y extrema gravedad.

Menos mal que, por muy mal que pinten las cosas y por mucho que “la rosa nostra” haya colonizado y esté infiltrada en instituciones, medios de comunicación y redes sociales, mundo de la cultura y de la educación, industrias y empresas, la economía y cualquier cosa que les pudiera aportar a la hora de controlarlo todo, al final, nunca estará todo perdido porque el Estado siempre acabará defendiéndose a sí mismo…

Eso sí, que nadie espere soluciones audaces a velocidad del relámpago… Al contrario que el tío del fango y su banda, el Estado está sujeto al principio de legalidad, y a las normas y procedimientos del Estado de Derecho, con lo que siempre avanzará más despacio que los que amenazan y se aprovechan de nuestra Democracia.

No perdamos la esperanza y dejemos que la Justicia actúe a su ritmo. Tengamos paciencia, pero tampoco le perdamos la cara a lo que está sucediendo… La situación es muy grave y es el momento de la cordura y, tal vez, de preguntarnos qué país y qué modelo de convivencia queremos para el futuro… y, sobre todo, de preguntarnos seriamente si en ese futuro tienen cabida el tío del fango y su banda… La rosa nostra.

Ángel Alonso  

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