Ahora más que nunca, sigo confiando en que el Estado se defiende a sí mismo. Estoy convencido de que también saldremos de ésta… Eso sí, de muy mala manera… Se han ido quemando etapas y oportunidades y ahora, la última línea de defensa entre seguir siendo una gran nación o, definitivamente, ser un país de chichinabo, está en manos de la Justicia…
A estas alturas igual todavía hay alguien que aún no se haya enterado… Allá voy… La Guerra Civil terminó hace ochenta y cinco años… Franco murió hace cuarenta y nueve… y, al menos hasta ahora, hemos sido una democracia plena occidental desde hace cuarenta y seis, con la aprobación de nuestra actual Constitución, tras consulta a los españoles…
Seguimos… A estas alturas del siglo XXI, las ideologías políticas no existen, desaparecieron con la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989… Desde entonces las formaciones políticas, en realidad, son equipos de gestión, que pueden tener un tinte más liberal, socialdemócrata o conservador… Tan solo los malos gobernantes y malos gestores recurren a la ideología para radicalizar y tratar de tapar sus carencias y errores, siempre, echándole la culpa a los demás.
Otra más… No existe el progresismo… Es un intento de crear un invento político, sin ningún contenido, pero con capacidad de engatusar a quien se deja…
Queda otra… Los gobernantes no dejan de ser empleados públicos que están ahí para administrar, para solucionar los problemas de la vida de los ciudadanos y gestionar, en beneficio común, el patrimonio que generamos entre todos con nuestros impuestos… y no están legitimados para desviar a sabiendas el dinero de los ciudadanos para favorecer a quienes lo han malversado.
Acabo… Según el Artículo 14 de la Constitución española, votada y aprobada por la gran mayoría de los españoles, “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Por eso, en la aplicación de la Ley, no puede haber españoles de primera, ni españoles de segunda, y todos debemos ser tratados del mismo modo, sin excepciones, por muy necesario que sea su apoyo, para el interés y la ambición personal de un solo individuo…
Da la sensación de que hemos perdido la cabeza y que nos hemos acostumbrado a la anormalidad y al esperpento, pero, o recuperamos pronto la sensatez, o, antes de que nos demos cuenta, será demasiado tarde y la cosa ya no tendrá remedio…
Dentro de unos días, los ciudadanos volveremos a tener la oportunidad de manifestarnos en las urnas y, con ello, mostrar nuestra preferencia por un equipo de gestión u otro, en Europa… Sí ha oído bien… Elegiremos el equipo de gestión que dirigirá y administrará los próximos años de la Unión Europea… Piénselo bien… Igual somos mayoría los que ya estamos hartos de que nos tomen el pelo, nos enreden en problemas inventados, que no nos solucionen nada de lo realmente importante… y que pensemos que ha llegado el momento de echarle una mano al Estado…
También es posible que haya llegado el día de empezar a pasar página, de tranquilizarnos un poco y de volver a tener esperanza en el futuro… Desde luego, falta nos va haciendo.
Ángel
Alonso
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