domingo, 11 de abril de 2021

La foto de Colón

Con el “espantajo del fascismo” a la baja, parece que vuelve a resurgir con fuerza la cantinela de “la foto de Colón”.

Llama la atención que quienes llegaron al Gobierno de la mano de la extrema izquierda, independentistas, antisistemas y filoterroristas, y se mantienen en un gobierno de coalición en el que están integrados comunistas y miembros de extrema izquierda, recurran con tanta insistencia a un momento puntual de nuestro pasado reciente, para desgastar la imagen y estigmatizar cualquier propuesta o acuerdo político de la oposición.

La insistencia, el odio y el desprecio con el que habitualmente se hace referencia a la célebre foto, sin duda, contribuye a instalar en el imaginario colectivo una especie de aprensión a la posible alternancia en un futuro Gobierno y, de paso, encontrar un torticero motivo para ir desalojando a las formaciones no afines, de las Comunidades Autónomas que administran.

A cada oportunidad se aprovecha para meter miedo con la posibilidad del advenimiento de lo que llaman “un Gobierno de la Plaza de Colón” que, según sus detractores, traerá “negros nubarrones y tormentas peligrosas” para la democracia española, en forma de y citando textualmente, “injusticia social, corrupción, demagogia y ultraderecha, todo ello espolvoreado con una capa abundante de transfuguismo”.

La verdad es que, a fuerza de repetirlo, el mensaje-fuerza pone los pelos como escarpias… Da la sensación que “los cuatro jinetes de la apocalipsis” o cualquier malvado personaje de la historia, pudieran parecer “nenazas” en una comparación libre con los retratados en la célebre “foto de Colón”. Es más, “las siete plagas de Egipto” podrían ser una broma al lado del “mal desatado” que ocasionaría un hipotético “Gobierno de la Plaza de Colón”.   Desde luego nadie en España podrá alegar que no está avisado de la “terrible maldición de la foto de Colón”.

Pero, llegados a este punto, quizás resultaría interesante retrotraernos al 10 de febrero de 2019 y tratar de ver con algo de objetividad el porqué y lo que representa la famosa foto… En realidad, se trató de la convocatoria de una manifestación multitudinaria, en la que participaron siete partidos constitucionalistas, en defensa de la unidad de España y en contra de las cesiones del Gobierno de Pedro Sánchez a los independentistas catalanes… Siendo una de esas concesiones la de la creación de la figura de un “relator para Cataluña”, algo solo contemplado por la ONU para la descolonización de territorios ocupados por países extranjeros…

Después de que tres periodistas leyeran un manifiesto bajo el monumento que preside la Plaza de Colón en Madrid, los representantes de las distintas formaciones políticas convocantes inmortalizaron fotográficamente el momento y ese fue el supuesto crimen…  Pero, desde entonces y hasta el día de hoy, seguimos sin indicios de que se utilizase la magia negra o se practicasen técnicas de brujería… Parece que no hubo aquelarres, nadie bebió sangre, ni se comieron niños crudos… Nada apunta a que se realizasen sacrificios humanos, ni tampoco hay constancia de hubiese que realizar exorcismos entre los asistentes a la manifestación… Lo que sí cambió fue lo del asunto del relator que, desde entonces, los responsables se han cuidado mucho de volverlo a incluir en las negociaciones con los independentistas…

No quiero ser malpensado, pero que me da que el “rollo foto de Colón”, como lo del “asunto del fascismo”, empieza a dar claros síntomas de agotamiento y constituye un ejercicio de cinismo y de falta de respeto a los ciudadanos, quienes deberíamos de tener en cuenta las palabras de aquel hombre sabio que dijo: “si te engañan una vez es culpa de quien te ha engañado, si te engañan una segunda vez puede que seas buena persona, pero si te engañan más veces, está claro que la culpa es tuya…” Pues eso…

                                                                                                      Ángel Alonso   

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