Parece que, para los miembros del Gobierno de España, el asunto de la inmigración ya ha perdido todo su glamour… De aquellos tiempos en el que esperaban, con gran despliegue mediático, la llegada del Acuarius al puerto de Valencia, a los tiempos actuales, cronológicamente apenas han transcurrido un par de años, pero, en la variación de la línea de actuación en la gestión del problema, es como si hubiesen transcurrido un par de décadas… ¿o no?
Lo que está ocurriendo con la gestión de la llegada masiva de inmigrantes irregulares a Canarias no tiene un pase… Ya no se trata de incrementar los contactos diplomáticos para tratar de impedir en origen que salgan más pateras hacia el Archipiélago… Tampoco se trata de esperar a que se arregle el asunto de la pandemia para las repatriaciones, al ritmo que la situación aconseje… Se trata de atajar una crisis humanitaria y de evitar la ruina social y económica de una parte de España como son las Islas Canarias…
Las imágenes, que están dando la vuelta al mundo, de centenares de personas hacinadas, durante semanas, y tumbadas en el suelo del muelle de Arguineguín, en Gran Canaria, son una indignidad y una vergüenza… La forma en la que el Gobierno está afrontando el problema, o es reflejo de una manifiesta irresponsabilidad e incompetencia, o es la consecuencia de una decisión inconfesable de inhibirse y convertir a Canarias en una especie de Lesbos o Lampedusa, que alivie temporalmente el flujo de la emigración irregular al continente europeo…
La realidad es que más de diecisiete mil migrantes han arribado a Canarias en lo que va de año… Más que la población canaria de El Hierro o La Gomera… Algo para lo que el Archipiélago, ni está preparado, ni tiene capacidad para poderlo gestionar… El problema se está enquistando y, además de poner en riesgo la paz social de los canarios, amenaza con devaluar el prestigio y el posicionamiento mundial de una marca turística de primer orden, que necesita de la continua llegada masiva de visitantes para mantener operativo al principal sector ocupacional de Canarias, ya de por sí machacado por culpa de la crisis sanitaria…
El drama es que, cada día que pasa, el problema se agrava con la llegada de nuevas embarcaciones cargadas de migrantes irregulares… La situación en Canarias continúa empeorando… y el Gobierno sigue sin reaccionar…
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