jueves, 5 de noviembre de 2020

Héroes en la adversidad

Desde luego nadie puede quejarse de que la actualidad sea aburrida… A una semana frenética le sucede otra más agitada todavía… Si bien la anterior pudo dejarnos más o menos exhaustos y cargados de inquietud, no ya por el futuro, sino por nuestro presente, la verdad es que la actual semana no está defraudando…

Hay que reconocer que vivimos “anestesiados” y que nuestra capacidad de asombro ya está bajo mínimos… Cada vez son menos las cosas que consiguen sorprendernos y metabolizamos la sucesión de escándalos como el normalizado precio a pagar por ser ciudadanos españoles

Si no fuera por lo que nos afecta todo lo que ocurre y por lo mucho que nos arriesgamos todos los días para poder continuar con nuestras vidas, sería para sentarnos en una tribuna imaginaria y asistir como privilegiados espectadores a todo lo que ocurre…

En realidad, puede que, en cierta forma, algo de eso nos está pasando… Vivimos absorbidos por una sociedad tan infantilizada e irresponsable que, en nuestro subconsciente, confundimos la realidad con una película de Walt Disney y nuestra convivencia con una serie de Neflix en la que somos los protagonistas…

Estamos tan metidos en el papel, que creemos habernos leído el guion completo de nuestra vida y sabemos que nada malo nos va a ocurrir, ni en el presente capítulo, ni en los que están por venir… Por eso hay quien se comporta como si la cosa no fuera con ellos, actuando de forma irresponsable e insolidaria…

Lo malo es que el precio a pagar por esa actitud fantasiosa e imprudente, sobre todo en los tiempos que vivimos, a menudo resulta demasiado alto y la factura llega por sorpresa y siempre nos pilla sin liquidez… No es cuestión de vivir con miedo y de estar preocupados a tiempo completo, pero, como individuos integrantes de una sociedad avanzada, en situaciones difíciles tenemos la obligación de desarrollar nuestra empatía y, de motu proprio, seamos capaces de colaborar en todo aquello que esté en nuestra mano para superar la situación lo mejor posible o, al menos, no agravarla…

No fiemos el guion de nuestra vida a posibles frívolos e incompetentes, ni adoptemos papeles imaginarios… Afrontemos la realidad, protejámonos lo mejor posible y continuemos con lo nuestro… Eso sí, con la responsabilidad de que cada día deberemos de velar por nuestra propia supervivencia y la de los nuestros… Y sobre eso no hay nada escrito… Seamos héroes en la adversidad.

                                                                                                     Ángel Alonso

 

Dedicado a aquellos que, con vocación y sacrificio, pelean cada día para mejorar las cosas.

 

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