viernes, 26 de enero de 2018

El Camino de Santiago

Después de haber dado un motón de vueltas por el mundo, en especial, durante los últimos años, no hay experiencia viajera que más me apetezca en este momento que la de estrenarme como peregrino jacobeo.


Creo que he llegado al instante de la vida en el que, después de tanto correr, me empiezo a dar cuenta de que el tiempo pasa y, durante ese recorrido, me he perdido muchas cosas… Tengo muchas ganas por lo que aún tengo por hacer, pero también tengo la necesidad de dedicarme algún tiempo, a modo de paréntesis, para buscar o buscarme, antes de continuar con el resto de la vida.

A lo largo de los años he tenido la oportunidad de transitar por distintos lugares del planeta, algunas veces viviendo experiencias maravillosas y, otras, no tanto… He conocido y convivido con gentes diferentes en lugares, a veces, recónditos… Y he visto anochecer y salir el Sol en partes del mundo con las que, en épocas anteriores, tan sólo me había atrevido a soñar… Pero ahora no se trata de viajar a sitios más o menos lejanos y atractivos, ni de descubrir lo poco o nada conocido… Bien al contrario, en esta ocasión el viaje consiste en transitar por donde ya lo han hecho miles de peregrinos, a lo largo de los siglos, dejando su huella imborrable en cada pueblo y en cada recodo de la ruta…

El Camino de Santiago es un excepcional acontecimiento social, cultural, turístico, espiritual… Al que todo el que acude tiene sus propios motivos que, sean los que fuesen, es lo que menos importa… Lo extraordinario es que miles y miles de personas, de diferentes razas, ideologías, condición social, nacionalidades e, incluso, creencias, se reúnen desde hace siglos para realizar un recorrido común que, además, les ha de llevar a un mismo destino… Aquí, más que nunca, se puede aplicar aquello de lo importante es el camino y no el lugar al que se llega… Se trata de buscar a lo largo del recorrido, cada día, en cada etapa… Y fruto de esa búsqueda… Encontrar…

Cada peregrino podrá acudir al Camino de Santiago motivado por su búsqueda particular: motivos religiosos, espiritualidad, cultura, superación personal, reto deportivo, turismo, conocer gente, curiosidad… Pero, entiendo, al final será el propio Camino el que nos desvelará lo que realmente merecerá la pena que encontremos…

Vía espiritual y de comunicación, imprescindible en la formación de Europa y de la cultura occidental, el Camino es también un itinerario jalonado con señales mágicas y mensajes iniciáticos antiquísimos, repartidos por templos y construcciones, esperando a ser descubiertos e interpretados… Historias y leyendas de otras épocas nacidas al amparo de un recorrido ancestral que, al secundar en la Tierra el camino trazado en el cielo por la Vía Láctea y finalizar en el lugar en el que una estrella marcó la ubicación de los restos del Apóstol Santiago, también es conocido como la Ruta de las Estrellas

Tomada la decisión de realizar el Camino de Santiago, ahora ya solo me falta encontrar la oportunidad… Estoy seguro de que la experiencia será maravillosa…


                                                                                                           Ángel Alonso

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