martes, 13 de mayo de 2014

…Hace dieciocho años empezó Objetivo: La Luna…

Se han cumplido ya dieciocho años desde que, un sábado 11 de mayo por la mañana, éste que suscribe se pusiera por primera vez delante de un micrófono para salir a las ondas con un programita radiofónico sobre algo tan novedoso, por aquel entonces, como era el mundo de los viajes, de la exploración y de la aventura.



El crimen se había fraguado un par de meses antes cuando mi muy apreciado Paco Almagro, a la sazón director comercial de Radio Isla, me convenció de que “lo mío era la radio”, medio que me asustaba bastante y en el que no tenía más experiencia que la de haber asistido a las clases y a las prácticas de una asignatura en la que apenas obtuve un seis, en el cómputo de la Licenciatura de Ciencias de la Información.

Recuerdo aquel programa, con el que debuté en el mundo de la radio, como una auténtica pesadilla. Los nervios me atenazaban y trataba de aferrarme al guión, que con tanto empeño había escrito, mientras todo el mundo a mi alrededor hacía lo que le daba la gana. Intentaba hablar e incluso decir algo coherente, pero aquellos deseos se veían dificultados por el terror que me invadía en aquellos momentos y por el afán de un numeroso grupo de supuestos amigos que, al otro lado del cristal del estudio, se empeñaba en ayudarme a través de extraños gestos, escuetas palabras en pizarras de velleda o mensajes, para mí ininteligibles, articulados con gran excitación por línea interna.

Aunque ya ha pasado mucho tiempo, todavía me asaltan los recuerdos sobre aquel primer programa que considero como el más largo de mi vida. De vez en cuando, todavía me despierto sobresaltado recordando cómo, entre cada intervención de  invitados y colaboradores, el reloj parecía burlarse de mí, avanzando muy despacio, desafiándome a llenar esos espacios con un mínimo de dignidad.

Durante los bloques de publicidad, y entre la avalancha de consejos, mi pensamiento trataba de decidir si, al final del programa, salía de incógnito de la emisora y cambiaba de país para evitar un linchamiento, o, por el contrario, acababa de forma honrosa allí mismo, al estilo de los legendarios samuráis.

Para sorpresa mía sobreviví a aquella terrible experiencia y, desde entonces, he intentado disfrutar de tres de mis grandes pasiones como son el periodismo, la aventura y los amigos. A pesar de haberme esforzado, soy consciente de no haber mejorado mucho, por lo que, por descarte, estoy totalmente convencido de que si el programa funcionó, el mérito fue de los colaboradores, invitados, realizadores y del resto del equipo de Objetivo: La Luna, porque fueron los mejores profesionales que podían reunirse en un programa de radio y porque convirtieron cada cita del domingo en un auténtico placer.

Por eso quiero aprovechar esta oportunidad para, con motivo de esta pequeña efemérides, agradecer la generosidad de aquellos que apostaron por nosotros (Radio Isla, Radio Club Tenerife – Cadena SER, instituciones, patrocinadores, amigos…) y el trabajo y el talento de todos los que, desde la edición número uno a la quinientos ocho y motivados por una audiencia extraordinaria, hicimos de Objetivo: La Luna una maravillosa realidad durante trece temporadas en la radiodifusión canaria. Una apasionante aventura que, estoy seguro, a muchos nos gustaría volver a vivir… ¿Te apuntas?

Muchas gracias a todos y un fuerte abrazo.
                                                                                      Ángel Alonso
                                                                          Director de Objetivo: La Luna


2 comentarios:

  1. Efectivamente, tu primer programa fue una mierda pinchada en un palo (Tú y tu manía de gionizarlo todo y venir de casa con el texto aprendido).
    Menos mal que con el tiempo te soltaste hasta hacer un grandísimo programa de radio.
    Y gracias por la mención.
    Se le quiere.
    Paco Almagro.

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    1. Gracias Paco... Para bien o para mal tú fuiste el padrino de la criatura. Un abrazo.

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