Sus ingredientes: una dosis importante de naturaleza y de grandes espacios, una pizca de reto deportivo, un poco de incertidumbre, mucha curiosidad, un chorro de valor para conocer y sobre todo para conocernos, y, lo más importante, una buena cantidad de aires de libertad.
Los efluvios de este
particular brebaje son tan curativos que, con tan sólo un par de inhalaciones,
nuestro corazón parecerá rejuvenecer y experimentaremos una agradable y
estimulante sensación de sentirnos tremendamente vivos.
Utilizando regularmente este
maravilloso fármaco, podemos evitar la monotonía e impedir que nuestro mañana
acabe siendo una fotocopia del hoy y del ayer. Con sólo respirarlo de vez en
cuando, llenaremos nuestra vida de emoción y fantasía, y llegaremos a vivir
momentos extraordinarios.
Es seguro que este medicamento
crea adicción y que, una vez que lo hemos probado, es muy difícil prescindir de
él. No obstante, podemos estar tranquilos porque sus efectos son muy
beneficiosos, no necesita receta y además no cuesta dinero…
Recuerden su nombre, se llama “aroma de aventura” y no se despacha en
las farmacias. Para obtenerlo tendremos que proponernos salir en su búsqueda.
¡Está ahí delante de nuestras narices!... ¡Tan sólo hay que recogerlo!
Ángel Alonso
Ángel Alonso
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