Decir que se ha ido uno de los grandes
de la exploración y de la aventura en España, sería quedarse corto y no hacer
justicia a uno de los personajes que, quizás, más me ha influido en mi
trayectoria periodística y viajera.
Director y guionista de un gran número
de documentales, entre ellos algunos recientes tan reconocidos como “El Señor
de Sipán” o “La Señora de Cao”, ambientados en unos importantes descubrimientos
arqueológicos del Perú preincaico, José Manuel ha encarnado durante toda su
vida el personaje que todos habríamos querido ser cuando éramos niños.
Excelente comunicador, con sus relatos
era capaz de transportarnos como nadie al claro de la selva más recóndita,
introducirnos en el interior de una ciudad perdida o hacernos participar
intensamente en cualquier rito iniciático de alguna tribu, asentada en algún
lugar recóndito del planeta… Porque el mundo era su casa y como tal lo conocía
en primera persona, recorriéndolo siempre con la necesidad de intentar saciar
sus ansias de conocimiento y la motivación de intentar averiguar que hay más
allá del horizonte, en aquella orilla del río o al otro lado del mar… Y todo
eso, recogido en su armario espiritual
y siguiendo la tradición de los míticos exploradores del pasado, era capaz de
transmitirlo a los demás a través de sus documentales, sus libros y reportajes,
destacando también sus participaciones en la radio en donde, simplemente, en
cada intervención acababa cautivando a la audiencia… De ello tuvimos el privilegio
y el gran honor de disfrutar de José Manuel, en numerosas ocasiones, en nuestro
querido y añorado programa radiofónico Objetivo:
La Luna…
Apasionado de África, en donde en una
expedición los indígenas le pusieron el apodo de El Patrón (cualquiera que se precie en este mundillo no es nadie
hasta que en África los nativos no le ponen un mote), José Manuel Novoa era
pura energía y un auténtico líder capaz de tomar las decisiones correctas y de contagiar
entusiasmo en las situaciones más difíciles… Inteligente, divertido, sensato,
cabal, buen amigo y excelente persona, siempre convencía
con sus argumentos y su visión sobre cualquier situación. Defensor de los
indígenas y del entorno natural, también José Manuel tenía su propia opinión
sobre la aventura de la que decía que, “por sí misma, no tiene ningún sentido
si no tiene un fin, sea el que sea, científico, geográfico, antropológico,
etnográfico, zoológico, etc., en definitiva, todo aquello que pudiese
contribuir a aumentar y divulgar el conocimiento…”
Pero, sobre todo, José Manuel era un
amante de la vida, un hombre entusiasta capaz de exprimir cada momento y de
disfrutar intensamente del regalo de seguir viajando por este mundo nuestro un
día más… Lamentablemente su viaje ha concluido demasiado pronto y por sorpresa,
pero no nos engañemos y al menos intentemos consolarnos, con saber que José
Manuel Novoa, como diría el replicante de Blade
Runner, ha visto cosas que nosotros no creeríamos y, sobre todo, ha vivido
lo que cualquiera de nosotros no seríamos capaces aunque alcanzásemos los
ciento cincuenta años.
Aunque con el ánimo compungido, pero como
a él le hubiera gustado, hagamos un emotivo brindis en su memoria y
despidámoslo como se merece… Adiós Patrón
Ángel
Alonso
Muchas gracias por hablar asi de mi tio
ResponderEliminarSe nos ha ido una gran persona. Un gran pena
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