lunes, 2 de junio de 2014

Un “aeropuerto” en la sabana

Ha bastado un vuelo en avioneta para volver a recordar algo que una vez vi y que me resultó verdaderamente entrañable.



En medio de la sabana, en un lugar próximo al destacamento de los rangers que protege el Parque Nacional del Lago Nakuru, descubrí lo que vendría a ser algo así como un aeropuerto. Una amplia pista de tierra, eso sí, inundada por la hierba… Una pequeña construcción de madera, sin puertas ni ventanas, que podría hacer las veces de terminal aeroportuaria… Y a un lado de la cabaña, un poste con una manga de viento en su extremo que proporciona toda la información meteorológica que se necesita para aterrizar o despegar.

Hasta aquí podría decir que vi un campo de aviación más o menos curioso, pero lo que realmente lo hace maravilloso es que está en medio de la sabana y, como es lógico, la pista está invadida por una amplia representación de la fauna del lugar: cebras, búfalos, rinocerontes, impalas… Y la terminal de este particular aeropuerto está animadísima por una multitud de babuinos que entran y salen, se suben al tejado y vuelven a bajar.

De pronto pasó lo que tenía que pasar… Un sonido procedente del cielo pareció captar momentáneamente la atención de la distinguida población del aeropuerto. El vehículo todoterreno de los rangers se acercó a la terminal, lo cual aumentó el interés de los babuinos que se acomodaron para presenciar el espectáculo que no se hizo esperar… Una avioneta blanca, con líneas azules, realizó una pasada a baja altura a lo largo de la pista. Cebras, búfalos, rinocerontes, impalas y demás animales que pululaban por allí, aligeraron el paso dispersándose en todas las direcciones. Se hizo necesaria una pasada más para ahuyentar a los últimos rezagados y, a continuación, la avioneta inició la maniobra de aterrizaje.

Ya en tierra, la aeronave se estacionó cerca de la cabaña terminal. Los rangers recibieron a piloto y pasajeros que cargaron el equipaje en el todoterreno, aseguraron y cerraron con llave las puertas de la avioneta y, a continuación, el vehículo se alejó. Poco a poco, cebras, búfalos, rinocerontes e impalas, volvieron a invadir la pista de aterrizaje y algunos babuinos dejaron momentáneamente la cabaña terminal para ir a inspeccionar la avioneta… Mientras, a poca distancia del lugar, un grupo de leones fue tomando posiciones a la espera de que el sol se ocultara por el horizonte… La noche se presentó movidita para los habitantes del aeropuerto internacional del Lago Nakuru.


Ángel Alonso

No hay comentarios:

Publicar un comentario