jueves, 18 de enero de 2024

Política de paletos

Imagino que, al igual que muchos, está usted hasta las narices del cenagal en el que se ha convertido la política española. Seguro que está harto de indignidades, tejemanejes y mentiras, y es por eso por lo que nos vamos a dar un respiro, intentando hablar de otras cosas.

¿Y de qué podemos hablar? Pues mismamente me gustaría llamar su atención sobre la época dorada en la que ha entrado la investigación y la ciencia. Hoy son realidad lo que hasta hace muy poco eran fantasías y es muy probable que dentro de diez años sean de uso cotidiano cosas que apenas empezamos a imaginar. A pesar de las adversidades, la Humanidad camina con paso firme hacia un futuro apasionante en el que habitaremos las profundidades marinas de la Tierra y, fuera de ella, comenzaremos a colonizar otros mundos.

La exploración espacial se postula como algo imprescindible para garantizar el futuro de nuestra especie… La búsqueda de vida fuera de nuestro planeta se antoja como el gran objetivo para entender cómo se pudo formar en la Tierra y cómo se pueden adaptar entornos, hasta ahora tan solo imaginados, para ser habitados por la especie humana en el futuro.

Mientras tanto, campos como la biología o la genética abren la puerta al milagro de la curación de enfermedades que, hasta ahora, eran consideradas poco menos que una misión imposible… ¿Y qué decir de los extraordinarios avances en tecnología, robótica, inteligencia artificial o en nuevas energías? Independientemente del riesgo de que caigan en malas manos, es evidente que estamos en el umbral de un mundo nuevo, cargado de posibilidades, donde muchas cosas están a punto de cambiar y nuestra civilización ya nunca volverá a ser la misma.

Como ocurre desde que el mundo es mundo, cada vez que nos acercamos al inicio de una nueva era, todo parece agitarse, como buscando una reubicación, tratando de situarse en una mejor posición con respecto a los demás. Ahora mismo estamos en esa fase… Nuevos conflictos y acciones de guerra surgen como setas en el escenario internacional, amenazando con extenderse a zonas más amplias e implicando a nuevos actores.

Hasta aquí, prácticamente, nada nuevo bajo el sol… Pero lo que sí resulta novedoso es la tremenda crisis de liderazgo que el mundo está padeciendo en la actualidad. Hasta ahora, en las situaciones más complicadas, siempre han surgido líderes que han conseguido apaciguar los ánimos y reconducir los desacuerdos más difíciles. El problema es que, en estos momentos, no parece que haya nadie que dé el perfil, ni mucho menos pueda dar la talla solucionando nada.

El mundo está revuelto en la antesala de un mundo nuevo. Son tiempos de incertidumbre e inquietud, pero también de avance y esperanza en que la Humanidad adquiera la cordura necesaria para mirar al futuro y dejar atrás, a ser posible para siempre, el lastre del recurrente recurso de las guerras como “patada a seguir” cuando las cosas aparecen revueltas.

Y mientras tanto en España, entretenidos en el cenagal de una política de paletos… así nos va.

Ángel Alonso

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