lunes, 3 de febrero de 2014

Los últimos días del Edén

El mundo es un lugar cada vez más pequeño en el que resulta muy difícil mantenerse aislados.



Mientras que una gran parte del planeta vive pendiente de las fluctuaciones de las bolsas y de la inestabilidad económica, todavía quedan grupos humanos no contactados que posiblemente estén viviendo, día a día, el principio de su final…

Desgraciadamente, la insaciabilidad de unos pocos que viven muy lejos de la cuenca del Amazonas y que dirigen los destinos de muchos, están acabando con el mayor pulmón del mundo y, al hacerlo, su voracidad está sellando el destino de personas a las que no conocemos, porque llevan viviendo en lo más recóndito de la selva desde hace miles de años y que, si nadie lo remedia, acabarán muriendo por el contagio de una gripe, una enfermedad venérea, cualquier otra infección o, simplemente, acaben explotados y asesinados por el trato cruel de la peor representación del ser humano.

Muy pocos alzarán la voz y no muchos les escucharán… Sin la selva todo cambiará… Los indígenas morirán y sus culturas desaparecerán para siempre… Muchas culturas y la sabiduría ancestral cultivada a través de los siglos en el interior de la espesura, verán prematuramente el final de los días y con ellas, ¿quién sabe cuántos conocimientos y remedios caerán en el pozo de la extinción sin haber tenido la oportunidad de ser transmitidos?

Como el título de aquella maravillosa película protagonizada por Sean Connery, ¿es posible que estemos ante los últimos días del Edén? No sé si aún estamos a tiempo de invertir la disminución de la Amazonía y, con ello, retrasar el contacto con los indígenas que habitan en sus rincones más remotos, para evitar su desaparición. Pero ya que empezamos a estar concienciados de la degradación del medio ambiente y del peligro de extinción de muchas especies de animales y plantas, es posible que aún nos falte sensibilizarnos con la desaparición de muchos grupos de seres humanos… ¡Quizás aún podamos hacer algo!


                                                                                                               Ángel Alonso

No hay comentarios:

Publicar un comentario