Después de un día terrible, en el que la
naturaleza nos había castigado con una ración especial de viento, frío y nieve,
y mientras, aprovechando la noche, tratábamos de reponernos física y
anímicamente en el Campamento Elena, tras el intento fallido de alcanzar la
cumbre del Pico Margarita, situado en el Macizo del Ruwenzori, también conocido
como Las Montañas de la Luna, la
puerta del refugio se abrió y la figura afligida de uno de nuestros porteadores
se adentró en el habitáculo llamándome en medio de la oscuridad…