martes, 24 de diciembre de 2013

Feliz Navidad

En días tan hermosos como estos debemos hacer todo lo posible para disfrutarlos como se merecen.



Son días de celebración con la familia o con los amigos y, aunque sea por unas horas, es bueno que dejemos nuestras muchísimas preocupaciones a un lado y nos abandonemos a la fiesta, con devota y sana ingenuidad, celebrando con alegría el simple y complicado hecho de continuar en esta aventura que es la vida, dándonos un alto en el camino.

En días como estos resulta obligado acordarse de todos los que en estos momentos están pasando por una mala situación personal o familiar, o están padeciendo alguna enfermedad desde su domicilio o en algún centro clínico, o, simplemente, sufren de soledad. Y también debemos de dar las gracias a los que cumplen con su deber, trabajando para que los demás descansemos y también veamos atendidas nuestras urgencias y necesidades en todo momento.

Y entre tanto exceso y tanta fiesta que tenemos por delante, procuremos no dejar a un lado el verdadero espíritu de la Navidad, ese que nos hace tomar conciencia de que, incluso por estos días, millares de personas morirán por no tener nada que llevarse a la boca o por no tener acceso a medicinas y atención médico-sanitaria. Y también, en estos días navideños, tampoco está de más el acordarnos de los muchos que continuarán malviviendo en situación de guerra o que seguirán siendo perseguidos por razones de religión, raza o ideología.

Es tiempo de felicidad y, al menos por estas fechas, está prohibida la tristeza, la violencia o morirse… Y es obligatorio disfrutar al máximo cada minuto y vivir intensamente una experiencia irrepetible que jamás volverá. Es tiempo de paz y de alegría, son días de ilusión y de esperanza...

Desde el corazón… ¡Feliz Navidad!

                                                                                                        Ángel Alonso

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