lunes, 20 de mayo de 2013

Allá por la noche de los tiempos…


Resultan sorprendentes las conquistas del ser humano en los últimos cuarenta mil años. En tan sólo unos miles, el Homo sapiens se extendió por todo el planeta haciendo gala de una extraordinaria capacidad de adaptación a cualquier medio y demostró estar dotado con una gran inteligencia hasta entonces no superada dentro del reino animal.



En tan sólo unas decenas de miles de años, el hombre moderno ha saltado de las sabanas del África Oriental a la Luna y planea continuar más allá. En un suspiro de la historia de la Tierra, uno de sus seres ha pasado de luchar por su supervivencia a dominar un sistema de comunicación global con cualquier punto del planeta, por muy remoto que este sea.

Pero, en esencia, ¿ha cambiado tanto el ser humano en todos estos años?... ¿Ha evolucionado tanto su inteligencia para llegar a donde está ahora mismo?... Yo creo que no. Básicamente, en su esencia, el Homo sapiens de hace cuarenta o cincuenta mil años, apenas se diferencia del hombre actual.

Si tuviésemos una máquina del tiempo y pudiésemos traer hasta nuestros días a un recién nacido primitivo, le criásemos y le diéramos la misma educación que a cualquier niño y adolescente actuales, nos sorprenderíamos con lo bien que jugaría a los videojuegos, se defendería con la informática o las posibles buenas notas que obtendría estudiando una ingeniería. Evidentemente en el aspecto físico, en su apariencia, seguro que notaríamos las diferencias, pero no en su inteligencia.

¿Qué es lo que ocurre entonces?... ¿Cuál es la explicación?... La respuesta es la gran memoria colectiva y la extraordinaria capacidad de transmisión de conocimientos en el hombre. Un don innato a la condición humana, que nos ha llevado a la cúspide de la pirámide evolutiva y que tuvo un origen muy humilde, en un lugar de África, allá por la noche de los tiempos.
                                                                                                                    Ángel Alonso

No hay comentarios:

Publicar un comentario